A través de las obras de arte de la maquetación, el artista José Carlos Molina de las Heras, nos transporta a una época en la que Albacete era una ciudad con edificios militares y de defensa de gran belleza cultural.
El artista pretende recordar un capítulo poco conocido de nuestra ciudad en cuanto a su historia arquitectónica y militar se refiere. Marca la época en la que Albacete, como cruce de caminos entre el centro peninsular y las ciudades de la costa, tuvo importancia estratégica. Por su ubicación en una llanura sin defensas, salvo pequeñas elevaciones, llevó a los habitantes a la construcción de murallas y cercas para la defensa, y el control del acceso y salida con el fin de recaudar tributos o de prevención de epidemias. La existencia de estas cercas se conocen desde el siglo XV al XIX. La que rodeó la villa era un muro de tapial ubicado en el perímetro que cerraba las calles exteriores con algunas puertas en determinados lugares.