Nacido en Albacete, su visión y concepto de la arquitectura lo llevaron a convertirse en referencia de la ciudad. El edificio Cónsul, el Rex, la ampliación de la Diputación, la Rotonda, la rehabilitación de la iglesia de la Asunción, por mencionar algunos de sus proyectos, el proyecto de adaptación del chalé de Fontecha para la sede de la Cámara de Comercio y del edificio de Tesifonte Gallego, número cinco, al igual que la aportación que realizó al Val General y también al edificio de la antigua Suiza al lado del Gran Hotel son algunos ejemplos de su legado arquitectónico.
Acompañamos a su familia y seres queridos en estos momentos de profundo dolor, haciéndoles llegar nuestro más sentido pésame y nuestro abrazo sincero. Descansa en paz, Antonio. Tu recuerdo y tu ejemplo permanecerán siempre con nosotros.